jueves, 24 de abril de 2014

Invierno.

Ojos azules y helados me desnudan
caben en mi hondo alma
dejan huella, 
hacen mella
con palabras.

Vertiginosa mirada la tuya
acompañada con blanca nieve
que sirve de riego a tus dos rosas
que aguantan aquél frío en tu mirada,

como un verano en invierno.

Quiero acercarme y sentir tu frío,
tu cálido frío.

Apartar las hojas secas del otoño
y adentrarme en tu invierno.

Que mis labios se conviertan en violetas
y que los tuyos se fundan entre ellas.

Que reaviven mi llama helada, 
que rieguen todas las plantas
de esta estación en mí
que parece, nunca acaba.

Para nostalgia.

Carlos Manuel González Prieto

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