viernes, 6 de junio de 2014

Vida.

Si puedo sentir esto
sin tocar tu piel.
¡Qué voy a hacer!

Si sueño cada día
con gustar tu acidez.
¡Qué voy a hacer!

Cuando yo estoy cansado
tú me das tu miel.

Cuando no lo tengo claro
puedo tu luz reconocer.

Y es que hay algo ahí en tu mente 
que en mi oscuridad se siente.
Pues el fulgor le da miedo
si mis sentimientos mienten.

Unos ojos parpadean 
intentando no llorar
y es que tus preciosas letras
no me prohíben amar.

Un alma desesperado
ciego y viejo caminante.
Un corazón ya ajado
que se estremece al pensarte.

Porque la vida es eso
dice el sabio centenario
amar, y mientras uno está amando
esperar de cuando en cuando
a que la luna y su brillo
te otorguen el ser amado.

Carlos Manuel González Prieto



martes, 3 de junio de 2014

¿Es buena la democracia? Parte 1. Democracia y capitalismo. Distorsión de lo tolerable.

Remontándonos a la época medieval en la que el único sistema que reinaba era el feudalismo, lo que permitía perpetuar lo que se llevaba haciendo a lo largo de toda la historia: la existencia de opresores y oprimidos, podríamos decir aquí que los cambios que dieron lugar a las democracias actuales de los mal llamados "países del primer mundo" fueron tanto la Revolución Liberal Burguesa como la Revolución Industrial, que se desarrollaron paralelamente. Teniendo en cuenta que lo único que nos ha llevado al supuesto Estado de bienestar no han sido más que revoluciones perpetradas por los trabajadores, pero que tenían como ideólogos a los burgueses, es obvio que cualquier mente avispada puede llegar a la conclusión de que la meta de estas revoluciones no iba a significar ningún tipo de liberación para el obrero, todo lo contrario, quizá no significase una decadencia en los derechos del trabajador, pero sí que ha dado lugar al despotismo más gigantesco y mejor logrado por los privilegiados de toda la historia.

Como bien dice el título, este escrito no está dirigido al ámbito económico, sino al ámbito político, y si se me permite, al ámbito social. Me hallo en disposición de hablar de lo que supuestamente podemos entender como democracia y lo que realmente es, y cómo cualquier tipo de democracia, sea cual sea, no puede garantizar de ninguna de las maneras, la libertad del individuo.

Para comenzar lo que haremos será analizar etimológicamente la palabra democracia. Algo que ya se debe saber pero que aún así, aquí manifiesto, es que demos significa pueblo y cracia significa poder.
Bien, lo que esto nos indica es que la palabra democracia significa el poder del pueblo.

Partiendo de que una democracia implica poder, y que por el objetivo mismo de ésta, implica poder político, y partiendo de la premisa de que el poder mismo es nocivo y no debe ser aceptado por razones como que todo poder significa sometimiento, todo poder implica un dominador, y por lo tanto, una dominación en sí misma, además de que el poder debe estar ligado a la autoridad y por ende, debe hacer una diferencia entre individuos, impidiendo así una sociedad en la que todos los individuos que la compongan sean iguales, sería correcto afirmar que en los pilares mismos de la democracia, simplemente en su etimología, ésta no es más que otro sistema que impide la libertad.

Los impulsores de la democracia moderna tenían como fin la presunta liberación de los trabajadores, pero paralelamente, se desarrollaba un sistema económico no precisamente muy democrático. Lamentablemente, ése mismo sistema económico que se pretendía implantar por aquellos tiempos se encuentra actualmente en su máxima expresión. La existencia del capitalismo y de una democracia en un mismo espacio se podría equiparar al experimento del agua y del aceite, jamás se mezclarán; los intereses económicos de unos pocos nunca coincidirán con los intereses de un pueblo, suponiendo que la democracia tenga la capacidad de cumplir estos intereses.
Para que esta idea pueda ser entendida en mayor medida, me gustaría extrapolar esto que acabo de decir al mundo actual y escribirlo como si fantaseara con un ejemplo, ya que, como digo, no lo es. Lo que voy a explicar no es nada más que la realidad (a mi juicio): Los pueblos votan a unas personas (que ya de por sí son burgueses) que hacen propuestas en las que no hacen otra cosa más que mentir, y esto es bien sabido, pero además, en caso de que el gobernante elegido por la mayoría realice sus prometidas propuestas sin titubear (situación prácticamente utópica), los grandes aristócratas le pararán los pies en el mismo momento en el que éstos se vean en peligro. Por ejemplo: Si un país se encuentra en un régimen socialdemócrata, no interesaría a los mercados, ya que supuestamente la mayoría de riqueza se dedicaría al pueblo, y no a las élites financieras. Este es el motivo por el cual nunca se podrá ver una democracia socialista. Y con esto, no quiero decir que apoye a ninguna democracia socialista, ya que huelga decir que el motivo de este escrito no es más que desprestigiar a la tan adorada democracia que a todos nos han hecho tragar como el mejor de los sistemas políticos. Lo que realmente quiero decir con esto, es que la democracia moderna ha sido ideada para complementar al sistema económico actual, porque pensándolo bien, si el pueblo, que teóricamente posee el poder (cosa que ya he dicho que no está bien, pero está menos mal) delega la responsabilidad del cambio en un representante cuyos acompañantes (ministros), que no van a manifestar ninguna objeción ante ninguna propuesta del presidente, y él mismo, son en realidad burgueses (y esto ha ocurrido en toda la historia de la democracia moderna), obviamente van a favorecer a sus propios intereses, y los intereses de un burgués no van a ser otros que mantener sus privilegios ofrecidos por el mismo sistema económico.
Por no hablar de que en la situación de que se diera el excepcional caso de un gobierno dirigido por personas pertenecientes al pueblo que se dejaran la piel por él. Además de que no podemos saber a ciencia cierta si el propio poder les corrompería, también podríamos decir que estarían atados a los intereses de las grandes multinacionales, volviendo de nuevo a los grandes aristócratas anteriormente mencionados. Lo que haría que el gobierno mismo fuera visto como una simple marioneta. Y esto está pasando.

Hay otro factor que podemos añadir a esta pequeña parte de la crítica, que resulta bastante fácil de percibir, ya que podemos ver prácticamente a diario en los medios de comunicación o en simples debates políticos. Denomino a este factor "Distorsión de lo tolerable". He visto ya en muchas ocasiones cómo muchas ideas que deberían ser intolerables, como por ejemplo: El derecho al aborto, tema que causa muchas discrepancias entre sus partidarios y sus detractores, son tomadas como tolerables. En el caso del aborto es obvio que no se puede imponer a una mujer absolutamente nada que tenga que ver con su libertad para hacer con su cuerpo y su vida lo que quiera. Pero amparándose en la democracia con esa diversidad de ideas, hacen que lo intolerable (en este caso la libertad de la mujer), sea algo tolerable. Sé perfectamente que el tema del aborto es algo que causa tanta controversia que quizá no haya sido el mejor ejemplo, pero realmente veo con total claridad que cualquier factor que impida la libertad de decisión tanto de una mujer como de un hombre sobre sí mismo es intolerable.
Para poner un caso extremo y más inteligible aún. ¿Estaríamos dispuestos a ejercer nuestro voto para decidir en la ejecución de una persona? Ninguna democracia y ningún voto sería válido en tal caso, porque el asesinato es intolerable en cualquiera de sus formas, y no es ninguna imposición, simplemente me amparo en el sentido común, y si bajo el pretexto de que esa misma persona que será ejecutada, nos hallamos en la coyuntura de que su destino se debe a que ha asesinado a otra, en caso de que nuestra respuesta fuera el asesinato del asesino, ¿No nos convertiría esto mismo a nosotros en unos asesinos? Por esto es intolerable, porque ninguna forma de asesinato es tolerable, porque nada que atente contra otra persona es tolerable.

Este mismo factor favorece que los que se hacen llamar a sí mismos demócratas, pero que a su vez son liberales y conservadores, puedan poner como excusa perfecta que la democracia respeta cualquier tipo de opinión, eso sí, no respeta ninguna opinión que no se encuentre en el mismo espectro con el que predica, es decir, la democracia, y por lo tanto, los demócratas, nunca respetarán ninguna idea antidemocrática, y por lo tanto, no respetarán a ninguna persona que no crea en la democracia. Estableciendo así la base de un conocimiento de un camino ancho, pero que tiene bien establecidos sus límites a los lados. Dando lugar a que las únicas ideas políticas posibles tengan que ver con la izquierda o la derecha. Y esto, a su vez, produciendo que cualquier tipo de acto revolucionario se vea mermado con la excusa de que ejercer el derecho de protesta está mal, ya que todo cambio debe ser realizado en las urnas, y no en las calles.

*Anticipándome a cualquier acusación de que todo lo que digo se basa en imposiciones y dogmas propios; puedo decir que todo lo que yo puedo tomar como tolerable es algo que tiene mucho que ver con lo llanamente común. Ya que considero que en el caso del aborto, existe una gran mayoría que defiende la idea de libertad de cualquier mujer sobre sí misma.*

Después de haber explicado tanto la visión de cualquier poder político por mi parte, como los factores que hacen de una democracia algo que favorece a los aristócratas, liberales y conservadores, (ya que son estos mismos los más interesados en su desarrollo) pasaré a la crítica de la actual democracia representativa.

(Seguiremos en la siguiente parte: ¿Es buena la democracia? Parte 2.)