Despiértame,
y dime que todo
ha sido un sueño.
Que con gran entusiasmo
yo prosigo mi vuelo.
Y que tú y tus alas,
danzan al viento.
Despiértame,
y dime si el tiempo
nos ha envejecido.
Si tu cara y mi cara
se han diluido.
Y que todos los males
acaban muriendo.
Como el sol y su ocaso,
que le lleva al destierro.
Despiértame,
y que yo y mis abrazos
desvanezcan el frío.
Y que versos hermosos
te sirvan de abrigo.
Y si no, te lo digo:
que muramos helados,
tras intentos funestos,
que nos lleven las larvas,
que nos mate el destino,
pero por favor te pido,
flor de alambre y espino,
que jamás seas tú
la que acabe conmigo.
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